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viernes, 14 de diciembre de 2007

Travesía Arona - Los Silos

TRAVESÍA ARONA - LOS SILOS
7,8 y 9 de diciembre del 2007

Llevábamos tiempo con ganas de hacer alguna travesía de dos o tres días y el puente de la constitución, nos brindaba la oportunidad de disponer de unos días libres para organizarnos. La ruta elegida es la que sale de Vento, T.M. de Arona y nos dejaría en el casco de Buenavista del Norte. Esta ruta, une viejos caminos tradicionales, en desuso para sus fines originales y hoy sólo transitados para fines más lúdicos.

Dos años atrás Mabel, Maryse y yo, habíamos realizado parte de la misma, desde Arona hasta Guía de Isora, durante la celebración de la Marcha Anual de Montañeros de Nivaria, y nos pareció interesante, realizarla ahora nosotros, sin coche de apoyo y con la mochila a cuesta, prolongándola además hasta Buenavista.



Cuatro son los que partiremos desde el intercambiador de guaguas de Santa Cruz, Maryse Privat, Mabel Fernández , Sergio Pérez y José Castellano, allí nos vamos encontrando en torno a las 6 de la mañana, la guagua directa a Los Cristianos, saldrá a las 6:15, luego, tras un desayuno en los bares próximos a la parada, cogeremos la que sube a Arona que saldrá a las 8 de la mañana.

La Guagua nos deja en el Barrio de Vento,T.M. de Arona frente al nº 4 de la Avenida de la Constitución, ascendemos por la Calle Domínguez Alfonso hasta la Plaza Cristo de la Salud, junto a la iglesia en honor a San Antonio Abad, nos hacemos las primeras fotos y nos preparamos para iniciar la marcha, (Día 1 / 8:45h / 0,0 Km). Lo hacemos ascendiendo por la Calle San Carlos Borromeo, hasta un cruce con la Carretera TF-51 Arona-Vilaflor, continuamos por la calle Mazapé un tramo, hasta que esta cruza con la Calle Vento, descendemos por ella hasta un callejón que entra por la derecha entre los números 76 y 78, éste será nuestro primer contacto con la tierra.



Cruzaremos por un sendero el Barranco del Ancón, hasta la Casa de La Medida, una antigua casa canaria en el que se puede observar por encima de ella un antiguo sistema de captación de aguas de la lluvia, consistía en canalizar ésta mediante pequeñas ranuras talladas en una gran roca natural y canalizarla hasta un aljibe, junto al mismo podemos observar los lavaderos de la casa. Continuamos nuestra ascensión hasta la Gollada Los Frairitos (Día 1 / 9:51h / 2,6 Km) , desde donde divisamos el casco de Adeje, al fondo el Bco. de Fañabé frente a nosotros, Los Picachos.



Ascendemos ahora por Gollada Suárez y divisamos el Roque Imoque (1.108 m.s.n.m.), pasaremos junto a él dejándolo a nuestra derecha, antes nos encontraremos una era muy bien conservada (Día 1 / 10:10h / 3,13 Km.) y junto a ella unos aljibes que aún tienen agua, merece la pena pararse un instante y contemplar las vista que este lugar nos ofrece.



Continuamos por el Camino del Ancón, hasta la Era el Roque (988.8 m.sn.m.) (Día 1 / 10:45h / 4,53 Km.), situada en la degollada del mismo nombre, justo en frente de esta, continua el sendero hasta el caserío de El Roque, donde cogeremos la carretera que nos llevará hasta El Dornajo. Era este un punto al que deseábamos llegar, allí encontraremos el primer Bar del camino (Día 1 / 11:17h / 6,.27 Km.) y la primera decepción, estaba cerrado, por suerte, el ruido de la cocina, nos puso en aviso de que dentro habría alguien, nos asomamos y se ofrecieron a hacernos unos bocadillos de tortilla que estaban estupendos, dimos cuenta de ellos, tranquilamente sentados en las sillas de plástico que habían por fuera del bar, regado por varias bebidas isotónicas para recargar las energías gastadas por el camino.



Recuperadas las fuerzas, dejamos la carretera por la que venimos, y cogemos la que sale a la izquierda, a escasos 100 m. cogeremos un sendero ancho a la derecha, por el que avanzaremos durante un largo recorrido en dirección al Risco de la Boca de El Paso, atravesaremos varios barrancos, a destacar el impresionante Bco. del Infierno. A la altura de El Lomo del Aserradero, cuando ya enfilábamos la vertical hasta Boca del Paso, vimos una trilla que prometía dejarnos en el siguiente pueblo, tras debatir sobre sus posibilidades, decidimos cogerla, esta pasa junto a una antigua casa y atraviesa el Bco. del Aserradero y el de Valdés, para llevarnos al pueblo de La Quinta (Día 1 / 14:21h / 13,45 Km), que como bien dice el cartel de la casa, está en “La quinta puñeta”.



En la Quinta, una breve parada para hacer algunas fotos de la iglesia y continuamos subiendo por la carretera por la que hemos venido, a escasos 50 m, cogemos a la izquierda por un camino que parte de la última casa, este nos llevará de nuevo a la carretera que une La Quinta con Taucho, al que llegamos a los pocos minutos. Nuevo Bar, nuevo refrigerio y unos minutos de descanso.



Seguimos por la carretera hasta La Sabina, descendemos un barranco con una enorme cueva al fondo, la subida, está invadido por los taludes de la carretera. Cuando salimos a la misma, tenemos el camino de subida a escasos metros a la izquierda, decidimos no subir por él, dada la hora y la proximidad de Tijoco Alto, por lo que continuamos hasta el mismo por la carretera.

En Tijoco Alto, (Día 1 / 16:08h / 17:46 Km) por fin algo para comer y comprar algo para el desayuno de la mañana siguiente y 40 minutos después, reanudamos la marcha, para encontrar algún sitio para pasar la noche.



Nos queda apenas 1 hora y media de luz, retrocedemos unos 200 m por donde hemos venido y cogemos una calle a la derecha en dirección a la Era Los Elera, atravesamos el Barranquillo de Fuente La Negra y nos dirigimos al Barranco de Erques, al pasar junto a la Casa de la Gasolina, pensamos por unos instante, pasar la noche allí, pero decidimos seguir la marcha, hasta encontrar un lugar con mejores condiciones, así atravesamos el Barranco y llegamos a Vera de Erques, allí, en la zona llamada La Cruz (Día 1 / 18:09h / 20,18 Km), vimos un Horno de Pan, junto a unas huertas que reunía las condiciones apropiadas para pasar la noche



Rapidamente preparamos el vivac y nos metimos en los sacos, una fuerte serenada y las bajas temperaturas (5°c) nos hizo agradecer haber comprado las fundas de vivac. Por la mañana, algunas quejas por los ronquidos de alguno, (pa’mi que me tenían envidia porque yo dormía) y la presencia de la Policía Municipal, que suponemos acudió por el aviso de algún vecino, no nos dice nada, recogemos nuestras cosas, aquí cometemos un error, que casi nos hace no cumplir el objetivo, dado que la noche anterior había sido muy fría y húmeda, estuvimos esperando que saliera el sol, para secar los sacos, esto hizo que comenzáramos a caminar a las 9:44 de la mañana, un tiempo, que tuvimos que recuperar esa misma tarde.



Partimos de Vera de Erques (Día 2 / 9:44h / 0,00 Km) por la Calle la Morra, enseguida nos encontramos un bar abierto, donde tomar un café con leche caliente e ir a un baño, de los de verdad, continuamos hasta el cruce con la Calle La Parranda, continuando por ésta hacía la derecha, hasta encontrar nuevamente un cruce, donde podemos ver la Iglesia de la Virgen del Carmen y el C.I.P. Vera de Erques, dejamos atrás Vera de Erques y continuamos por la carretera hasta una curva pronunciada a la izquierda, de ella sale una pista de tierra que dejaremos a favor de un sendero que sale a escasos metros del comienzo de la pista , justo por el paraje conocido por Bicácaro, frente a nosotros, la montaña de Tejina (1.050 m.s.n.m.) que será nuestra compañera hasta cerca de Chirche, por delante un precioso camino lleno de antiguas casas, terrenos de cultivo abandonados y eras, la mayoría en buen estado de conservación.



Atravesamos el Bco de El Draguillo, pasamos junto a un horno de Teja y nos dirigimos hasta la Casa de Los Goros, sin llegar a ella, el camino sube por una antigua cañada, a la derecha, podemos observar un aljbe y unos lavaderos, tras una fuerte subida, el camino gira a la izquierda y transcurre a cota prácticamente hasta los pies de la Montaña de Tejina, llegaremos hasta Lomo Los Pinos por la Barranquera de la Montañeta, de nuevo unas bonitas vistas y frente a nosotros el Barranco de Guaría (Día 2 / 11:45h / 4,37 Km). Iniciamos el descenso de este barranco que nos llevará hasta los altos de Guía de Isora, ya en la otra vertiente, encontramos una pista de tierra que da a una carretera que es atravesada en varias ocasiones por El Camino de Choro, éste es ancho, al menos de 5 o 6m. pero su firme es muy irregular, sólo valido para personas y bestias. (las personas eramos nosotros)



En esta zona, Maryse, que viene quejándose desde el día anterior de un dolor en su pierna izquierda, decide dejarnos, mientras Sergio y yo continuamos por el camino, Mabel y ella lo hacen por la carretera con la esperanza de que pase alguien que la puede dejar en Guía de Isora, donde cogería la guagua de regreso a Santa Cruz, a los pocos minutos, nos despedimos de ella, que se encuentra ya instalada en el interior de un Todo Terreno, que amablemente la dejará en la Terminal de Guaguas.



Continuamos por el camino hasta La Ladera el Horno, donde encontramos un Horno de Teja muy bien conservado y con claros indicios de haber sido usado recientemente. Dejamos el Camino del Choro y giramos a la derecha por el Camino Los Cantos, éste nos dejará en el pueblo de La Vera, donde esperamos encontrar algún lugar donde echar algo al estómago (Día 2 / 13:17h / 8,05 Km).

El único bar que había, abre sólo por las tardes, por lo que no nos queda más remedio que continuar hasta el siguiente destino, Chirche. En la Calle Santiago Apóstol, giramos a la izquierda, esta se va retorciendo según estén alineadas las calles del pueblo, a la altura del nº11, encontramos de nuevo el camino a seguir, una pista de tierra que pasa junto a un grupo de casas abandonadas y una era, continuamos hasta El Tanque Chico, donde somos recibidos por los ladridos de un aburrido grupo de perros cazadores encerrados tras una valla. El camino aquí está destruido por esta pista de tierra y hay que acercarse hasta el final de la misma para volver a encontrarlo. Atravesamos el Lomo Herrero y nos dirigimos hasta el Morro de La Cruz, donde se puede ver desde bien abajo una enorme cruz de madera, que sirve de faro para los caminantes, junto a ellas unas marcas de pintura nos indica que debemos bajar por un angosto sendero hasta el cauce del Barranco el Robillón, pero teníamos expectativas de poder superar este accidente aguas arriba, por lo que seguimos hasta encontrar el Camino de la Cumbre, donde desistimos del intento, retrocediendo hasta La Cruz, para retomar en donde lo habíamos dejado.

A partir de este punto, la traza habría que estar continuamente buscándola, fueron numerosas las perdidas de la misma que sufrimos hasta casi llegar a Chirche, cruzamos el barranco, pasamos junto a las casas de Ramallo de Doña Julia, el Barranco de Ramayo, por la Hoya de Gofiero, La Hoya de Aripe, ya teníamos hambre y tras superar otra loma con la esperanza de ver el pueblo, aparecía otra más, hasta llegar a Chiquero y ver el pueblo que debería darnos de comer.

Chirche es un precioso pueblo que disfruta conservando todos sus elementos patrimoniales, el día de las tradiciones que se celebra por el mes de julio, da buena cuenta de ello, sus hornos de teja, eras y aprovechamientos hidráulicos que posee dan fe de ésto.



Al llegar a Chirche, (Día 2 / 16:00 / 13,59 Km) lo primero que hacemos, es buscar el bar y encontramos el restaurante “Las Brasas de Chirche”, donde dimos cuenta de un potaje, carne para unos y pescado para otros, con algunas cervezas bien merecidas. Es curioso como una buena comida, levanta el ánimo y repara las fuerzas mermadas de estos dos días, al sentarnos en la mesa, comentábamos, algo pesimista, las posibilidades reales de acabar esta travesía, apuntábamos incluso de hacer noche en este lugar y continuar al día siguiente hasta Santiago del Teide para, desde allí regresar a Santa Cruz. Pero tras aliviar el hambre y recuperado fuerzas, unos animaron a otros y los otros a unos y continuamos nuestro camino, con la idea, en un principio de encontrar un buen lugar para dormir, eran las 17:40, y nos debía quedar algo más de una hora para que oscureciera.

Subimos por donde antes bajaríamos hasta el bar y cogimos por la primera calle que entra a la izquierda, alli subimos por la Calle El Cornical, donde tomaríamos el Camino de Chirche, este discurre entre bancales, canales y tajeas, lamentablemente, de nuevo el piche tapa un viejo camino y continuamos por esta carretera hasta Chiguergue (Día 2 / 18:23h / 16,09 Km). allí cogemos a la izquierda por la Calle San Roque, hasta llegar a un cruce donde está la iglesia y el C.I.P. Chiguergue, giramos a la derecha por la Calle Valencia, por una fuerte e interminable subida, hasta un cruce en forma de Y, cogemos a la izquierda por la Calle Las Cuevas y avanzamos por ella hasta que encontramos un curva cerrada a la derecha, nosotros cogeremos a la izquierda, por donde sale el Camino Cabeza Vaca, tras recorrer por él unos 220m, pertrechados ya con las frontales en la cabeza, cogeremos una cañada que nos lleva hasta la Calle Campo Santo de Chio que nos llevará, pasando por el cementerio hasta la Carretera que atraviesa Chio, llamada Paseo de la Libertad. (19:05h/18,07Km.)

Sentado en una terraza de un bar, mientras tomábamos unos jugos, llamamos a Marissa con el manos libre, nos cuenta que ya está en casa, algo dolorida pero recuperándose, preguntándoles a unos señores, vecinos de nuestra mesa, nos indican, tras dudarlo un poco, que el mejor sitio para dormir, era el Tanatorio, que estaba a escasos metros de donde nos encontrábamos, Sergio, bajó a verlo, nos comenta que el lugar es el apropiado, por lo que tras permanecer un rato más en la terraza, fuimos al lugar y lo dispusimos todo para pasar la noche allí, con la esperanza, que esa noche no hubiese ningún fallecido en la zona y fueran allí a velarlo.




Ahora, algo más optimistas, comentamos las posibilidades reales de acabar esta ruta, pero tendríamos que variar algo lo proyectado inicialmente, por lo que en lugar de subir desde Santiago del Teide, hasta las Cumbres de Bolico y bajar por El Palmar hasta Buenavista, lo haríamos por Las Lagunas de Erjos y bajaríamos por Cuevas Negras hasta Los Silos, esto acortaría algo el camino a recorrer, dándonos la posibilidad de poder coger la última guagua que sale de Buenavista a las 15:30.

Amanece el tercer día, nuestra meta está a escasas horas del lugar donde nos encontramos, el camino pendiente de recorrer, se nos presenta mucho más amable que en días anteriores.

Iniciamos la marcha (Día 3 / 07:45 / 0,00 Km). temprano, lo primero es desayunar, pero ningún bar abierto, sólo la gasolinera que se encuentra en el cruce con la carretera que viene de Tamaimo y la que sube hasta Boca Tauce, está abierta, café de máquina, como “Camera Café” y palmeritas, el café está asqueroso, pero insistimos con un chocolate que está algo más agradable de tomar.

Subimos por la Carretera de Boca Tauce, a unos 350 m. del cruce, cogeremos por una pista a la izquierda que nos llevará hasta Arguayo, por el camino vemos los primeros restos del incendio que sufrió Tenerife el verano pasado, su presencia, nos acompañaría hasta pasado las Laguna de Erjos. Caminamos ligeros, el camino es bueno, sin dificultades.



Entramos en Arguayo, por la Carretera General Arguayo, que supongo que no se debe a ningún general, mas bien, que esta discurre por lo que antiguamente era la carretera general. Al llegar a un ecomueseo, atravesamos la Carretera Nueva y subimos por El Camino Los Andenes de Arguayo, siempre acompañados por la sombra del Roque Arguayo (1.073,4 m.s.n.m.), vamos disfrutando del paisaje que tenemos frente a nosotros, primero fue Tamaimo, que vemos como llegaban los primeros rayos de luz, antes las montaña que le rodean se lo impedían, más adelante, Santiago del Teide, pasamos sobre Pata Guanche, el Roque Cho Julian, lo dejamos a la derecha, ya en el valle, cruzamos la Hoya el Charco y llegamos a la Carretera General de las Manchas, pocos metros de la Carretera General del Sur, seguimos por ésta y en ya en el pueblo, nos sentamos para comer algo (Día 3 / 12:40 / 11,59 Km).



Seguimos por la Carretera General del Sur, pasamos la Plaza del Ayuntamiento y la Iglesia, dejamos atrás una zona recreativa con asaderos y salimos de la carretera para coger por el antiguo Camino Real, hoy asfaltado, hasta Los Llanos, pasamos una pequeña Ermita junto a una plaza y giramos a la izquierda por un camino vecinal, pasamos un lugar conocido como Pie de la Cumbre, El Masapé y cogemos por un camino, que siguiendo el trazado de unas torres eléctricas, nos llevará por Puerto de Erjos hasta la Cruz del Alto de la Cumbre.



Tras este puerto, la vertiente norte de la Isla, atrás queda lo que por aquí llamamos sur, destimando los otros puntos cardinales y dejando a la isla sólo con el Norte y el Sur, lo mismo pasa con El Otoño y La Primavera, delante de nosotros, Las Lagunas de Erjos con su vegetación negra-retorcida por el calor del incendio, bajamos hasta Erjos, nueva parada, cervezas y de nuevo en marcha por Cuevas Negras.



Poco a poco, el paisaje va cambiando, y pasamos del tabaibal-cardonal, al Monteverde de la Laurisilva. El Camino de Cuevas Negras, une Erjos con Los Silos y fue una importante vía de comunicación años atrás. Discurre éste, en torno a una tubería que baja el agua de las galerías hasta Los Silos, se aprecian numerosos bancales de fincas invadidos tras años de desuso por la vetegación, algunas casas diseminadas y uno de los ejemplares de Barbuzano mas bellos de la isla.



Llegamos a los Silos (Día 3 / 14:43 / 18,20 Km). con la alegría de haber culminado esta bella ruta, atrás, a sólo tres días de camino, nos parece lejano en el tiempo, el día de la salida, los momentos compartidos, las risas, los ánimos, la convivencia, nos acercan más los unos a los otros.

Tras las merecidas cervezas, ahora con alcohol, cogemos la guagua hasta el puerto y desde allí a Santa Cruz.

Tres días de descanso activo, que muele el cuerpo y sana el espíritu, las pilas cargadas para comenzar de nuevo una semana de trabajo, en espera del siguiente fin de semana para volver al campo.



miércoles, 4 de julio de 2007

El diálogo con la Montaña

Mabel me ha enviado este bonito texto para que lo publique.

EL DIÁLOGO CON LA MONTAÑA


El alpinismo es el arte de recorrer las montañas encarándose a los mayores peligros con la mayor prudencia.
Damos aquí el nombre de arte a la consumación de un saber en una acción.
No podemos quedarnos en las cimas hay que volver a bajar. ¿ Para qué subir entonces?.
Por esto: lo alto sabe de lo bajo, lo bajo nada sabe de lo alto. Al subir no dejes de tomar nota de todas las dificultades del camino. Al bajar, ya no las verás, pero sabrás que están ahí si te fijaste bien en ellas.
Existe un arte de orientarse por las comarcas bajas recurriendo al recuerdo de lo que vimos cuando estábamos más arriba. Cuando ya no es posible ver, al menos podemos saber.
Ten la vista clavada en la senda que conduce a la cumbre, pero que no se te olvide mirar lo que tienes a tus pies. El último paso depende del primero. No creas que ya has llegado porque divisas la cima. No descuides los pies, asegura el paso siguiente, pero al hacerlo no distraigas la atención de la meta más elevada. El primer paso depende del último.
Cuando vas a la aventura, deja algún rastro de tu paso para que te guíe a la vuelta: una piedra encima de otra, unas hierbas tumbadas de un bastonazo. Pero si llegas a un sitio infranqueable o peligroso, piensa que el rastro que has dejado podría desorientar a quienes pretendan seguirlo .Da pues marcha atrás para borrar el rastro de tu paso.
Esto va con todo aquel que pretenda dejar en este mundo rastro de su paso. Al tiempo, y sin pretenderlo, siempre se deja rastro. Responde de tus rastros ante tus semejantes.
En los momentos difíciles te sorprenderás con frecuencia hablando a la montaña, a veces halagándola, otras insultándola, a ratos prometiendo, otras amenazando; y te parecerá que la montaña contesta. Debes saber que tu diálogo con la naturaleza sólo era la imagen, exterior a ti, de un diálogo que transcurría por dentro.

(Texto extraído del libro “La Montaña Análoga” de René Daumal)

miércoles, 16 de mayo de 2007

Cruz del Carmen – Chinamada (TF PR 10)

Domingo, 29 de abril de 2007


Esta actividad organizada por Tenerife en Verde congregó en la Terminal de Guaguas de La Laguna a un numeroso grupo de amigos, miembros y simpatizantes de este foro, además contó con una nutrida representación del grupo de montaña Unión Montañera Añaza, me resulta agradable este buen ambiente que se ha creado entre ambos colectivos con inquietudes e intereses similares y ver como cada vez son más los miembros de TEV que se federan con el UMA (Pibs, il Frate, Kevin) y más los miembros del UMA que pasan a forma parte de TEV (Javiersanp, sonrisita).

Poco a poco nos fuimos reuniendo en la terminal de guaguas hasta alcanzar la cifra de 16 participantes, la idea era coger la línea 073 que sale a las 9:15 de la mañana y pasa por la Cruz del Carmen, punto de inicio del recorrido de hoy.

La Cruz del Carmen, (947,66 m.s.n.m.) además de ser un punto de parada obligatoria para disfrutar de las vistas desde su mirador y tomar un refrigerio en el bar, es un punto de salida y llegada de varios caminos del monte de Las Mercedes. Tiene un centro de visitantes y de interpretación del medio y un mercadillo que abre los domingos, donde podemos adquirir productos de la zona. Pero lo más importante es que esta zona está catalogada como el lugar de Europa con más especies endémicas por km2., en ella podemos encontrar el 16% de especies vegetales endémicas de Canarias y el 12% de su fauna.

Tras las fotos de grupo, iniciamos el recorrido por un camino que baja a la derecha del bar, en este punto nos encontramos un panel informativo y las marcas blancas y amarillas de Pequeño Recorrido (PR) que nos acompañaran durante todo el trazado. Estos primeros kilómetros transcurren por un bello camino que nos introduce en la Laurisilva, laureles, brezos, viñátigos y palo blanco son las especies que nos vamos encontrando.

Pronto nos encontramos con una pista de tierra que une la carretera del Moquinal con la que baja hasta la zona de El Batán, seguimos nuestro descenso y pasamos por la zona de El Viñátigo, donde La Laurisilva deja paso a El Drago y a La Palmera, vemos ahora algunas casas aisladas y con huertas.

Nos encontramos la carretera que baja hasta Las Carboneras y Chinamada justo a los pies de Montaña Concuña y la recorremos durante unos 150m, que nos desviaremos a la derecha, junto a un grupo de casas alineadas, aquí la señal de continuidad se encuentra en una farola de alumbrado. Seguimos esta traza y volvemos a cruzar nuevamente la carretera hasta llegar a una degollada con una cruz de madera en el que podemos optar por ir a Las Carboneras (PR TF 10.1) o continuar hasta Chinamada.

Después de recorrer unos 800 m llegamos hasta una casa que nos sirvió de excusa para descansar y tomar alguna cosa, aquí nos encontramos con algunos animales domésticos muy mansos, que casi se dejaban coger, incluso un conejo que permitía acercarse bastante, además, gatos y gallinas con sus pollitos.

Continuamos hasta llegar a Chinamada, donde hicimos nuevamente una parada, ésta algo más larga, donde aprovechamos algunos para tomar algo en el bar y otros para comerse el bocadillo en la plaza, junto a la iglesia en honor a San Román Nonato.

Chinamada es un antiguo asentamiento guanche, pues en esta zona se encuentran numerosas cuevas naturales que servían de refugio. Hoy son aprovechadas como casas, pues se han edificado sus frentes, ofreciendo una agradable temperatura durante todo el año.

Merece la pena acercarse hasta el mirador del Aguaide, donde podemos observar los imponentes acantilados de esta zona de Anaga ver la Punta del Hidalgo al fondo con su faro.

El Camino sigue por la plaza anteriormente mencionada, pronto vemos el Roque de Los Pinos (548,55 m.s.n.m.) a nuestra izquierda, descendemos por un camino bien marcado.

Fue durante el descenso a la Punta del Hidalgo, cuando Mabel y yo tuvimos que dejar al resto del grupo por causa familiar grave, por lo que iniciamos un rápido descenso sin pararnos a admirar el resto del paisaje , los compañeros han escrito más... TEV UMA)


lunes, 23 de abril de 2007

Barranco de Anosma

Domingo, 22 de abril de 2007
No oímos el despertador y cuando nos despertamos ya eran las 8:00 de la mañana, no nos daba tiempo de estar a las 9:00 en Lomo de las Bodegas, donde habíamos quedado con algunos compañeros del Club Montañeros de Nivaria, para realizar la actividad que tenían en su programa, para el día 22 de abril de 2007, El Barranco de Anosma. A pesar de todo, decidimos hacer el recorrido propuesto, conocíamos el camino y nos apetecía salir a caminar, así que cogimos nuestros morrales y nos pusimos en marcha.

Llegamos al Lomo de las Bodegas sobre las 9:30, éste caserío está formado por un grupo pequeño de casas agrupadas y algunas diseminadas por los alrededores, con una población censada de 23 habitantes, que trabajan en labores agrícolas y ganaderas y pertenecen al Termino Municipal de Santa Cruz de Tenerife, poseen una pequeña ermita dedicada a Santiago Apóstol.

Iniciamos el descenso del Barranco de Anosma en torno a las 10:15 de la mañana, lo hacemos por una calle estrecha con unos escalones al principio, vamos atravesando algunas huertas donde encontramos sembradas papas y bubangos, mientras recorremos estos primeros metros hacía la Playa, podemos ver a nuestra Izquierda el Roque de La Cumbrilla (724,37m.s.n.m.) y las casas de La Cumbrilla a su sombra, a la derecha el Lomo de las Bodegas.

La primera parte de este recorrido tiene algunos tramos con una considerable pendiente que rondan el 20% y 37% de inclinación, aunque se baja sin dificultad nos hace pensar en la dureza de la subida, en la segunda parte, ésta baja considerablemente, el camino se interna en el cauce del barranco o sigue paralelo al mismo. La longitud total a recorrer es de 4.46 Km en cada unos de sus sentidos, teniendo en cuenta la cota de partida (528 m.s.n.m.) y la de llegada (5 m.s.n.m), nos da un desnivel medio en todo el recorrido de 11,66%

El camino transcurre en un principio en esa frontera entre el Monteverde y el bosque termófilo, por lo que podemos apreciar algunos dragos, brezos y aceviños conviviendo, para dar paso rápidamente al cardonal-tabaibal, que no dejaremos durante el resto del recorrido, cardones, verodes, vinagreras, tabaibas y otras especies forman el paisaje.


Curioso el árbol de piedra que nos encontramos aproximadamente a un tres Km del inicio del camino, que a buen seguro tiene algún nombre, pero que yo desconozco. (si alguien sabe que nombre tiene, me encantará que me lo diga).

A escasos 800 m. para llegar a la playa nos cruzamos con los compañeros del Nivaria, que subían de nuevo a Lomo de las Bodegas, tras intercambio de saludos y disculpas por el retraso, continuamos hasta la playa.

A pocos metros de la playa, nos encontramos un impresionante dique que tapona al barranco y forma una bonita cascada, nunca lo he visto correr, pero a buen seguro, debe ser todo un espectáculo.



La playa es de callado, con un imponente acantilado a ambos lados, el baño en ella es poco atractivo, ya que el mar en esta zona da pocos días de tregua, en cambio, hay una pequeña piscina natural, que la llena el oleaje al subir la marea, que ofrece un lugar seguro para darse un placentero remojón, con suerte hasta las olas nos rociaran al romper sobre las roca que protege a esta piscina, aunque en esta ocasión, optamos por no darnos el baño, ya que hacía un viento algo desagradable y frío, por lo que comimos y descansamos unos 15 minutos, y retomamos el camino de vuelta.

Llegamos al punto de inicio a las 15:00 horas y mientras conducíamos de regreso, íbamos pensando en donde comer algo por la zona, cuando llegamos al Bailadero, vimos los coches de los compañeros que ya estaban allí comiendo, por lo que paramos y terminamos el día junto a los que deberíamos haberlo iniciado

domingo, 15 de abril de 2007

El Camino del Hediondo


Domingo, 8 de abril de 2007

Camino del Hediondo

Después de ver nuestros planes de acompañar a los compañeros de la Unión Montañera Añaza por el Camino Real del Sur truncados,con la mochila preparada en casa, había que salir a algún lado para matar ese gusanillo que nos entra, cuando pasamos un domingo en casa con ganas de salir a caminar y aunque la meteorología no acompañaba, decidimos hacer alguna excursión corta por Anaga y El Camino del Hediondo fue la ruta elegida para esta ocasión.

El Camino del Hediondo es un sendero recuperado en los últimos años y que sirvió de vía de comunicación entre los caseríos de Taganana, Almáciga, Tachero y Benijo con Chamorga, Las Casillas y probablemente con Igueste San Andrés para acercarse a la Capital de la Isla, Santa Cruz.

Parte el camino a 50 m. de haber iniciado la pista que une Benijo con El Draguillo. Allí encontramos una pista de tierra a la derecha con una pronunciada pendiente que dejaremos a los 100 m. de empezar por un sendero que no dejaremos casi en la totalidad del recorrido.

El sendero va ascendiendo por una loma que nos llevará casi hasta la coronación de la misma y que nos permite tener unas preciosas vista de la agreste costa de Anaga, a nuestra espalda El Roque de las Ánimas, justo detrás de Almáciga y al fondo la Costa de Tachero, a nuestra izquierda la Playa de Benijo, hoy vacía, a pesar de estar en Semana Santa por las lluvias de los últimos días. Delante de nosotros toda la belleza que Anaga nos oferta en su máximo esplendor primaveral.

Continuamos el sendero tras atravesar una valla que evita que salga el ganado caprino de la zona, más adelante encontraremos otra, atrás hemos dejado el Cardonal-Tabaibal de la primera parte y nos introducimos en el Bosque Termófilo, estamos a 480 m.s.n.m. y éste casi se encuentra con su vecino el Monteverde. Cruzamos el Barranco de Guaguay y el Lomo de Curtido donde ya podemos ver abajo el caserío de El Draguillo, el camino empieza un suave descenso hasta cruzarse con el sendero que sube desde El Draguillo hasta la Cruz de El Draguillo. Nosotros continuamos hasta El Draguillo, los hacemos por un sendero rodeado en ocasiones de muros de piedras que guardan los escasos metros que el hombre le ha ido escatimando a la naturaleza para cultivar las verduras y tubérculos.

En el Draguillo tomaremos la pista de tierra, abierta hace ya algunos años que nos retornará nuevamente al comienzo de la actividad.

Como sea que por el camino nos cruzamos con unos compañeros el Grupo Montañero Nivaria, quedamos con ellos para terminar comiendo en Benijo, por lo que el día no podía ya estar más completo.

Un recorrido circular, suave, corto y asequible, con una longitud de 5,27 m. y un desnivel de 400 m. muy recomendado para estirar las piernas y respirar.


lunes, 9 de abril de 2007

Camino Real del Sur

Viernes 6 de abril de 2007
Camino Real del Sur
El grupo montañero Unión Montañera Añaza había previsto realizar para esta Semana Santa el Camino Real del Sur. Esta actividad que tendría una duración de tres jornadas y la nada despreciable cifra de 85 Km, recorrería los municipios sureños de Güímar, Fasnia, Arico, Granadilla, Arona, Adeje y Guía de Isora, terminando ésta en Vera de Erques.

Ante la imposibilidad de acompañarlos durante la jornada del sábado, opté por hacer el primer tramo que me llevaría desde el mismo casco urbano de Güímar hasta Fasnia. Para este tramo se unieron algunos compañeros del foro Tenerife en Verde: Gabro, Il Frate y Sirah.

Poco a poco nos fuimos reuniendo todos en el Intercambiador de Santa Cruz en torno a las 8:30 de la mañana del viernes 6 de abril para coger la guagua 120 que nos llevaría hasta Güímar: Placido, Jorge Plasencia, Jaione, Glenda, Yanira, Javi (Hospitén), Zoraida Oliva, Maribel, Javier Sanchez y yo mismo, además de los miembros de TEV ya mencionados.

Una vez en Güímar y tras tomar los cortados de rigor, comprar el pan y agua para la ruta, partimos por la Avenida del Obispo Pérez Cáceres en dirección al Puente de Guaza para seguir por la Calle Pedro Guerra Cabrera que dejaríamos para coger una calle a la izquierda cuyo cartel reza la inscripción “Camino Real del Sur”, dejando claro que las autoridades poseen información sobre el trazado del mismo y no ha tenido el suficiente sentido común para ofrecer un tratamiento diferenciador en su acabado final a esta importante vía de comunicación que sin duda significó, hace muchos años, un importante eje dinamizador de las medianías de las comarcas del sur de Tenerife.

El Camino Real, era calzada cuya propiedad y jurisdicción ostentaba la Corona, a fin de garantizar la circulación de personas y bienes por el Reino. Fue durante años la vía pública de comunicación entre los pueblos de la Comarca. Estos caminos eran relativamente anchos y fáciles de caminar, en su mayor parte empedrados y muchas veces acompañados de muros laterales." (Os dejo un curioso documento sobre caminos reales)

Atravesando calles y caminos llegamos a las laderas de Güímar, que junto al Barranco de Herques, serían los únicos obstáculos orográficos importantes de esta jornada. Aquí el camino se nos muestra algo más amable en cuanto a diseño, ya que se encuentra éste bien cuidado, mostrando su empedrado y algunos bancos realizados con piedras lajas para el descanso necesario de los que por allí se aventuran a subir, dando cuenta de la importancia de este trazado. Dado la estación del año, la flora se encuentra exuberante mostrando infinitos colores que en algunos tramos, casi llegan a cubrir el camino.


Goza esta subida de dos tramos “psicológicos”, el primero, que nos llevará desde el pié del valle, hasta encontrarnos con la Carretera General del Sur, a escasos 500 metros del Mirador de Don Martín y un segundo tramo, mucho más corto y con menos desnivel, que nos dejará en un lomo cerca de la pista, hoy asfaltada, de Anocheza.

Continuamos por un sendero que nos ha de dejar nuevamente en la Carretera General del Sur, C-822 y que todos conocemos por Carretera Vieja, por la que seguiremos durante aproximadamente 1 Km hasta pasar el Lomo de Pájara, en el que nos metemos a la izquierda por una calle que atraviesa un grupo pequeño de casas, para terminar ésta en pista de tierra.

A partir de este punto, el camino transcurre por varias pistas de tierra y senderos señalizado con carteles en los que reza “Camino Real del Sur” y el nombre del lugar del que venimos y al que nos dirigimos. De este modo, atravesamos La Medida, Barranco Los Martínez, Lomo de Mena con su acueducto, Barranco La Balandra, Lomo de Las Gallineras, Lomo Blanco justo debajo de El Escobonal, Barranco de la Angostura, tras el que observamos las ruinas de las que en su día fuese la primera parroquia construida en el municipio de Fasnia (s.XVII) bajo la advocación de San Joaquín, descendemos por la Hoya del Tagoro hasta el cauce del Barranco de Herques y subimos hasta El Lomo de la Ovejera, Lomo Tabares y Fasnia.


El paisaje que divisamos durante todo el recorrido, transcurre entre huertas de papas y viñas, pequeñas casas rurales (algunas no tan pequeñas) y pequeños tanques de agua.

La llegada al pueblo de Fasnia lo hacemos viéndonos obligados a dejar el Camino Real para continuar por una carretera que circunda el actual campo de fútbol de este municipio.

Si bueno estuvo el camino, no menos bueno estuvo el almuerzo que tomamos en el Bar Brisas del Teide que nos brindó su hospitalidad y buen hacer culinario.

Tras comer y charlar un rato sobre el camino, los compañeros que seguirían la travesía nos dejaron y el resto volveríamos en guagua hasta Güímar y nuevamente en guagua hasta Santa Cruz.

Agradecer a Víctor de Tenerife en Verde por su amabilidad de ofrecer su coche para ir a recoger a todos los que entrasen en el mismo y al amigo Carlos Velásquez por compartir sus conocimientos sobre el medio natural canario con todos nosotros.


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sábado, 7 de abril de 2007

Año Internacional Polar: "expediciones canarias", medio ambiente y falta de ética

Este artículo ha sido publicado recientemente en el periodico El Día de esta provincia, dado que me ha parecido muy interesante he contactado con su autor Pedro Millán para pedirle autorización para publicarlo en el blog, a lo que ha accedido gustosamente, desde estas líneas le mando mi agradecimiento. Recomiendo su lectura y que cada cual extraiga sus propias conclusiones.


Pedro Millán del Rosario*

Año Internacional Polar: "expediciones canarias", medio ambiente y falta de ética

EL PASADO 19 de marzo, en una noticia de Jornada Deportiva, una nota de la agencia EFE, leo con curiosidad que "Atletas canarios llevarán calor" al maratón sobre el hielo del Polo Norte. Se trata, indudablemente, de un titular atractivo que despierta la curiosidad de cualquier lector interesado en el mundo de la aventura. En el primer párrafo se concreta que los "deportistas isleños" son los únicos representantes españoles y que participarán en un maratón que finaliza en pleno Norte geográfico.

Pues qué bien -pienso-, deporte y aventura de la mano, promovido por canarios, bajo el patrocinio de la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias. Algunas personas cercanas me han preguntado por su procedencia, si son de Tenerife o Gran Canaria. Como me desenvuelvo en el mundo de la aventura y el medio ambiente, es lógico que los conozca o haya oído hablar de ellos. Sin embargo, no me suenan sus nombres. La realidad es bastante más prosaica. Estos deportistas "isleños" son naturales y residentes en las ciudades de Madrid y Ávila, que, a no ser que en el próximo Estatuto de Autonomía sean anexionados como territorios insulares, no coinciden con ninguna de las ocho islas canarias, ni siquiera con Venezuela. Esto no tiene porqué ser malo, siempre que se diga. Además, lo que está buscando la Consejería de Turismo -intuyo- es marketing puro y duro, no promover a deportistas canarios. Sin embargo, los ciudadanos tenemos derecho a que no nos den gato por liebre y a que no nos engañen con mentiras o verdades a medias.

A pesar de este nefasto inicio me sorprende -y no es fácil hacerlo a estas alturas- continuar leyendo, en la nota de prensa que emite la propia Consejería de Turismo, que los "expedicionarios" (cómo se ha devaluado esta palabra) se desplazarán en un avión "Antonov" ruso hasta una base polar aledaña al Polo Norte geográfico y que el "equipo Canarias" quiere "sumarse a las diferentes campañas a favor de la obligación mundial de rebajar la contaminación medioambiental. Por esa razón, competirán asumiendo el eslogan "corre a por un mundo más limpio (…)". En principio, a cualquier observador medianamente informado le resulta extraño que se proteste contra el calentamiento ambiental utilizando un avión de carga para una carrera "exótica", con toda la parafernalia que acompaña un desplazamiento masivo de gente a un territorio tan extremo y sensible como es el Polo Norte. La paradoja está cantada y la conclusión es más que evidente: se utiliza el medio ambiente y protección para justificar y vender el proyecto como ecológico. Es más habitual de lo que pensamos y se llama "eco-marketing". Por supuesto, cuando se hace hay que denunciarlo públicamente y poner a los autores a los pies de los caballos por intentar tomarnos el pelo con un asunto tan serio.

Para abundar en el desaguisado la información recoge que este año coincide con el Año Polar Internacional, en el que España participa con 200 investigadores y 17 proyectos en ambos polos. Desconocemos qué tiene que ver la investigación polar con un maratón organizado por una empresa inglesa a razón de 12.000 euros por cliente, para tres días en el Polo. Sin comentarios.

No me parece mal que cualquier deportista venda su proyecto de ocio a un político poco informado. Ahora bien, tratar de vender medio ambiente cuando se trata de una actividad que no sólo beneficia sino que perjudica el ecosistema -que a la vez se dice querer conservar- es una falta de ética imperdonable y una falta de respeto a todos los hombres que han luchado y muerto por alcanzar los polos por medios naturales, a pie o con trineos, o de los que en la actualidad se dejan la vida intentando protegerlo y evitar su destrucción.

La realidad es que estamos en el Año Internacional Polar y, en concreto, en el Polo Norte no deja de fundirse el hielo y subir la temperatura. El hielo debería tener 4 metros de espesor y apenas llega a los 2. El invierno se va acortando y los osos polares, capaces de nadar hasta 100 kilómetros, se enfrentan a distancias entre los hielos de 150 y mueren ahogados en estas travesías. Si a este grave problema la "solución canaria" consiste en enviar a dos corredores a un maratón frívolo y sin sentido, es inevitable pensar que un negro futuro se cierne sobre los polos y el resto del planeta, sobre todo si demostramos tal nivel de concienciación y compromiso. Así se deduce de este tipo de "aventuras", las cuales no dudamos que sean rentables mediáticamente, pero que dicen muy poco de la conciencia ambiental del que las realiza y de los que las promueven. Juego limpio, por favor.

*Geógrafo y vicepresidente de la Federación Canaria de Montañismo. Miembro del Comité Técnico Nacional de Medio Ambiente de la FEDME

domingo, 1 de abril de 2007

La Ruta de Los Hornos de Brea y el Calafateo

Sábado, 31 de marzo de 2007

La Agencia de Desarrollo rural del Ayuntamiento de la Villa de Arico, viene desarrollando desde hace algún tiempo una serie de actividades con el objetivo de dar a conocer el patrimonio rural de este extenso municipio del sur de la isla. Así el pasado día 22 de marzo nos llegó una invitación a todos los montañeros para acudir a La Villa de Arico el día 31 de marzo para realizar la ruta de senderismo temático de “Los hornos de Brea y el calafateo en Arico”.

El punto de encuentro en esta ocasión, se había determinado en la plaza de la Villa de Arico, junto a la Iglesia en honor de San Juan Bautista, a las 9:00 de la mañana, al reclamo de esta actividad acudimos entorno a 70 personas, muchas de ellas miembros de algunos grupos de montaña de la isla (Grupo Montañero Tenerife, Montañeros de Nivaria, Unión Montañera Añaza), miembros del foro Tenerife en Verde, comunidad virtual que se ocupa de temas relacionados con el medio ambiente de nuestra isla, Educación ambiental El Cardón y muchos particulares interesados en conocer mejor el patrimonio.

Sobre las 9:30, partimos en coche hasta El Contador de Arico, lugar donde iniciaríamos la marcha, Sergio Pérez Acosta, nos daría una breve introducción a lo que la ruta nos depararía

Iniciamos el recorrido por un antiguo camino que encontramos a unos 100 m. de la zona de aparcamientos en dirección a la Villa de Arico, se encuentra éste poco transitado e invadido por la vegetación y troncos, pero de gran belleza y claridad de trazado por mantener su caja los antiguos muros que lo contenían, serpenteando por el mismo, llegaríamos hasta La Morra de Durán, una atalaya natural que forma parte de La Loma del Durazno y de la que obtendremos una estupenda vista de gran parte del municipio de Arico. Hacia el NNE vemos el Peñón del Contador, justo encima de nosotros la Montaña de los Albarderos y Montaña Bermeja, al fondo la Montaña de los Picachos; al SE vemos El Lomo de Tamadaya, al Sur el Lomo de la Florida y el Lomo de Archipenque y entre lomo y lomo apreciamos las cicatrices que la erosión va dejando en la tierra en forma de profundos y bellos barrancos. De todos estos lugares Sergio Pérez va dando debida cuenta, indicando su posición precisa.

Continuamos nuestro camino ascendiendo por la Loma del Durazno que se cruzará con la pista de El Contador que sube hasta la cumbre, poco a poco el camino se va introduciendo en la masa arbolada de pinos del Parque Natural de la Corona Forestal. Justo antes de atravesar el Barranco de la Grieta volvemos a tomar la pista de El Contador y pasado éste giramos a la derecha por un camino que nos llevará hasta una bella y antigua calzada empedrada en muy buen estado de conservación. A unos 500 metros y siguiendo por el sendero, nos desviamos por una loma hasta encontrar el horno de Brea, encontrándose éste situado en una pequeña loma franqueado por dos barrancos uno, el de Piedras Caídas o Barranco de Magdalena de gran porte y belleza, y el otro pequeño que ayudó a la propia configuración del Horno de Brea.

En este punto Román hace de anfitrión y nos facilita todo tipo de datos sobre los antiguos Hornos de Brea:
- Se cree que la industria de la Brea dio comienzo poco después de que se dio por finalizada la conquista de Tenerife (1496) y continuando su actividad hasta el s.XVII (1646).
- Son anteriores a la propia existencia del pueblo de Arico y eran portugueses los maestros encargados de su explotación.
- En ellos trabajaban algunos esclavos: negros, moriscos y guanches.
- La brea era un producto de enorme interés estratégico, grandes potencias como España, Holanda, Francia o el Reino Unido eran grandes consumidores de este producto.
- Se necesitaban 100 Kg. de leña para obtener tan sólo 15 kg. de brea. Las cuadrillas fabricaban un horno en Lomas y zonas de fácil acceso rodeadas de árboles que iban talando hasta dejar la zona convertida en erial, que abandonaban para construir otro con mayores recursos. Ésto da idea de la enorme deforestación a la que fue sometido todo el bosque de la isla, en la actualidad, los pinos que rodean los hornos son fruto de las repoblaciones del s.XX, los pinos de mayor talle que podemos encontrar se supone que se salvaron por ser demasiado jóvenes en aquellos tiempos.
- El Cabildo daba concesiones administrativas para la explotación del bosque, a cambio de contribuir a la financiación del mismo a través de impuestos.
- El producto final era muy demandado para la impermeabilización o calafateo de barcos.

Una vez concluida la exposición de Román y contestando a algunas preguntas, continuamos camino hasta la antigua casa forestal donde pudimos disfrutar nuevamente de unas bellas vistas de Arico y tomamos camino de regreso al contador.

Se nos había hecho bastante tarde para bajar a El Porís, por lo que se optó por parar primero en Villa de Arico a comer y continuar por la tarde donde veríamos el procedimiento del calafateo a los barcos de mano de José Ramón, que nos brindó todos sus conocimientos sobre este sistema de impermeabilización de barcos de madera, usado por nuestros antepasados y que hoy sólo queda en la memoria de unos pocos.

Afortunadamente la extracción de La Brea terminó en Canarias y los bosque fueron repoblados para el disfrute de todos nosotros, no quiero pensar como sería Canarias si la explotación de los bosques no hubiese parado.

Agradecer a la Agencia de Desarrollo Rural (Juan Antonio, Román, José Ramón, Benito y a Sergio y a los que con ellos colaboran) en esta actividad y animarles a que continúen con el camino abierto para dar a conocer el rico patrimonio que Arico nos puede ofrecer a todos nosotros.

La jornada ha resultada muy agradable, por el reencuentro de viejos y nuevos amigos de muchos grupos de montaña a los que desde estas líneas les envío un cordial saludo.

lunes, 26 de marzo de 2007

La Ruta de los Ciruelos que quisieron ser Cerezos (G.M. Tamaide)

Domingo, 25 de marzo de 2007
Supimos de esta actividad a través de Domingo, un compañero de colegio de Mabel, que pertenece a G.M. Tamaide. La propuesta era atractiva, personalmente no recordaba ver cerezos en la isla, aunque si tenía algunas referencias de su existencia por la zona de Arafo, por lo que sin dudarlo nos apuntamos a esta actividad que organiza éste grupo montañero del norte de Tenerife y esperamos con curiosidad la llegada del domingo.

El punto de encuentro habitual del G.M. Tamaide, se encuentra en El Mayorazgo en La Orotava y la hora del encuentro es a las 8:30, ésto nos obliga a madrugar un poco más de lo que es costumbre, además el cambio de hora ha restado una hora al sueño. En esta ocasión nos acompaña Jaione, que igualmente se interesó por esos Cerezos en flor. Cuando llegamos, ya había un pequeño grupo de unas 15 personas, tras las presentaciones de rigor, observamos como el grupo iba creciendo cada vez más hasta llegar, según mis cálculos, a las 56 personas, este nutrido grupo estaba formado por federados del G.M. Tamaide y otros grupos como la Unión Montañera Añaza y el G.M. Nivaria, además de muchos amigos y compañeros de los socios.

Fue aquí donde los Cerezos en flor sufren una mutación y pasan a convertirse en Ciruelos en flor, corrigiéndonos Domingo del error cometido con la fruta.

Nos trasladamos en Guagua hasta la zona de La Montañeta en el T.M. de Icod de los Vinos, donde paramos junto al Bar-restaurante Los Gavilanes, tras el oportuno cortado, iniciamos la ruta por una pista de tierra situado justo al otro lado de la carretera que nos llevará hasta la Montaña de Cerrogordo (1.121 m.s.n.m.), tras haber recorrido aproximadamente 2,7 km.

El recorrido transcurre ahora por las zonas de medianías del T.M. de Icod de los Vinos, pasamos por la Hoya del Loro, Lomo de la Cruz y Fuente de la vega, rodeados de huertos de papas bonitas y numerosos ciruelos con su características flor blanca, al fondo, los Barrios de El Amparo y La Vega.

Al llegar a la ermita de La Cruz del Camino, paramos a descansar y tomar un ligero refrigerio.

Nuestro destino final sería la zona conocida por Llanito Perera, allí nos recogería nuevamente la guagua que nos dejará en La Orotava.

Me resulta difícil hacer una descripción precisa de la ruta, son innumerables los cruces de caminos, calles, senderos y pistas que atravesamos, máxime cuando por descuido olvidé coger pilas para el GPS, igualmente, mantener la concentración en el sendero resulta complicado ante un grupo de personas tan numeroso, en el que sólo tenemos que seguir al de delante, sin necesidad de prestar atención a la traza del sendero.

Esta ruta, junto a la de la semana pasada del Barranco de Tamadaya me han enseñado en enorme potencial que tienen para senderistas y montañeros las zonas de medianías, que son un auténtico enjambre de senderos y caminos que nos permiten conocer algunos rincones de nuestra isla.

Para concluir agradecer al G.M. Tamaide, especialmente a Domingo, la estupenda acogida que nos ofrecieron y esperar que pronto podamos volver a caminar juntos.

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lunes, 12 de marzo de 2007

Barranco de Tamadaya

Domingo, 11 de marzo de 2007


Desde que hace unos años visité por primera vez el Barranco de Tamadaya y descubrí este precioso rincón de Arico, me quedó el deseo de continuar visitándolo y de conocer y descubrir viejos senderos empedrados, llenos de historia, por los que antaño circulaban personas y bestias y que configuraban una extensa red que comunicaban unos pueblos con otros o bien permitían el trasiego de las incontables tierras de labor con las que cuenta este extenso municipio sureño.

El domingo volvió a surgir la oportunidad, junto a Jorge Plasencia, Jaione Sancho, Maryse Privat y Mabel Fernández, además de dos perros, Fisco y Tigre, quedamos para realizar algún sendero por el sur, suave, sin complicaciones, de esos para estirar las piernas y decidimos acudir al Barranco de Tamadaya.

Llegamos a Arico Viejo por la Carretera General del Sur (Carretera Vieja), veniamos de Villa de Arico y al llegar al cruce que baja a la autopista del sur, justo donde encontramos una gasolinera, cogimos a la izquierda por una calle que sube y tras encontrarnos con un cruce seguimos hacia la derecha, a escasos 100 metros encontramos una curva cerrada hacia la izquierda, en este punto dejamos los coches y nos preparamos para el camino.

Lo hacemos por una pista de tierra que baja junto a unas casas, confiados que esta pista nos llevaría casi hasta el cauce del barranco, lamentablemente la pista nos abandona y seguimos varios caminos que pretendían cumplir nuestro objetivo, nos damos cuenta de que no sería tan sencillo, estos caminos sólo comunican las huertas de esta vertiente, por suerte encontramos un punto que libraba la altura que separaba estas huertas del cauce.

Una vez en el cauce todo se nos presentaba más optimista, nos encontramos con un cauce limpio y libre de vegetación de unos 3 o 4 metros de ancho con un fondo de grava y áridos que las lluvias había depositado, a los lados unas preciosas paredes verticales de entre 10 y 15 m. de altura, a las que Jorge no dejaba de admirar sus posibilidades para escalarlas. Por delante, unos metros más arriba el sendero que deberíamos haber seguido, y por el que continuamos andando.

A poca distancia, ya aguas arriba, encontramos una bifurcación del cauce, el Barranco de Tamadaya seguía hacía la izquierda, pero el camino nos adentraba unos metros en Barranco Seco, para luego ir remontando en varios zigzag hasta la loma que forma ambos barrancos, se trata de un bello camino empedrado, bien marcado en su traza y protegido en algunos puntos por muros de piedra seca en buen estado, debió tratarse de una importante vía de comunicación.

Ya en la Loma de Tamadaya, apreciamos los restos de lo que en su día pudo haber sido el límite del pinar, si así fuese, nos mostraría la impresionante deforestación a la que fue sometido esta zona de la isla, observándose aún algunos ejemplares de escaso tamaño, que forman en su conjunto un pequeño bosque.

Continuamos por la loma hacía arriba, siguiendo el camino y observando numerosas huertas abandonadas hasta llegar a una casa de arquitectura tradicional canaria, cuenta esta con dos alturas y planta rectangular con techo y suelos de madera de Tea. A la segunda planta se accede por una escalera de mampostería situada en la trasera de la misma, su estado de conservación nos hace desconfiar de la segunda planta, aunque con cuidado logramos hacer algunas fotos. En el exterior en la parte sur existe un aljibe con abundante agua y protegido por una malla de cuerda y por el lado norte a unos 50 metros encontramos un antiguo horno. Rodean la casa algunas fincas en explotación.

Tras un ligero avituallamiento continuamos el camino con mayor dificultad que el recorrido anteriormente, buscando algún lugar por el que poder bajar nuevamente al cauce del barranco y evitar de este modo tener que retroceder por donde hemos venido. Esta oportunidad se nos presenta como a un kilómetro escaso de la casa, justo donde hay una pequeña degollada.

Tras una primera inspección, que casi nos hace desistir del intento, observamos lo que hace años debió de ser un camino que baja por las paredes de Tamadaya, por una pared de unos 15 metros de altura con un desnivel del los que obliga a sentarse en el suelo e irse apoyando en las piedras con mucho cuidado.

Ya abajo, lo peor está por llegar, después del destrepe de la pared, ante nosotros se nos presenta una infranqueable pared, formado por enormes tabaibas y otras especies vegetales cuyo nombre desconozco, salvo la peor de todas, las zarzas, desde el borde de la pared al camino, nos separaba apenas 50 o 60 metros, que habremos tardado 30 o 40 interminable minutos en atravesar a base de machetazo de bastón, algunos y algunas podemos aportar prueba de ello en nuestros brazos y piernas. Los que mejor estaba fueron Fisco y Tigre, que fueron “transportados” en todo momento en los brazos de Jorge y Jaione.

Al llegar al camino, un pino nos daría sombra para reponer algo de fuerzas y comentar las bondades del camino incluido el último tramos.

El regreso lo haríamos por la pista del fondo del barranco, hasta llegar nuevamente a los coches.

Al final todo coincidimos en haber pasado un buen día y de las bondades de la zona visitada

Lo peor: Los bares en Arico cierran los domingos, por lo que tuvimos que ir al Porís.




Sábado 17 de marzo de 2007: He publicado imagenes en el blog ACTIVIDADES CON AMIGOS, Este blog, por contener imagenes de personas, estará restringido sólo para los amigos, por lo que para poder visualizarlo has de enviarme un email a jcastellanof@gmail.com, para autorizarte a entrar

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